Reflexiones de un cronopio

Ilustración de un personaje con un sombrero de mago escribiendo y sentado frente a una biblioteca

Tiempos de analfabetismo tecnológico

Los que transitamos la contemporaneidad y hemos nacido antes de los 90, hemos transicionado un poco a la fuerza desde lo analógico a lo digital. Desde la comunicación vía fax y telefónica a la inmediatez de los correos electrónicos, teléfonos móviles, y el ancho mundo de la red de redes.

De la ansiosa espera por programas de TV y radio en sus horarios correspondientes, a el consumo on demand y la amplitud de servicios streaming. De los formatos físicos, tocables, a lo etéreo de lo digital.

En el manejo del dinero, tantas veces devaluados y reacomodados, pero plasmados en esos papelitos de colores que ahora se transforman en numeritos que viajan de acá a allá con tan solo 2 o 3 clicks como si fuese magia. De la privacidad de las vidas cotidianas a la exposición constante de las redes sociales en esta especie de gran hermano mundial, un poquito falsa en cuanto a la propia elección de lo mostrado.

En los cambios de la atención al cliente face to face, por bots y páginas web para casi todo; Médicos, facturas, compras, ventas, y mil etcéteras.

Y casi todos estos cambios y muchos otros no enunciados se ofrecen como servicios en ese aparatejo del cual nos hemos vuelto dependientes, del cual cuesta despegarse y que sigue aún acaparando cada vez mas atención. Nuestro smartphone, móvil, celular.

Sin embargo esto es parte del propio desarrollo de las sociedades y la tecnología que crece casi exponencialmente. El problema es que gran parte de las personas no tiene la mas remota idea de como funcionan las cosas, y eso es lo que complejiza el asunto.

Y eso que no hablo de las profundidades del funcionamiento informático; como la transformación de lo acústico y visual a números computables en el sistema binario, las puertas lógicas, los transistores que componen la informática. Ni de los protocolos de comunicación entre los múltiples sistemas.

Sino que muchos no saben diferenciar entre programas o aplicaciones de sistemas operativos. Internet de motores de búsqueda o navegadores web. El almacenamiento local de la nube. Le dícen google a internet, o inteligencia artificial a todo lo que haga algo que no comprendan.

No saben como lidiar con tanta contraseña. Manejarse en las interfaces gráficas que tienen mas de 2 o 3 controles o son poco intuitivas. Tomar dimensión de la importancia de ser cuidadosos con el tratamiento de los datos personales.

Comprender que así como nadie deja las llaves de su casa colgada de algúmn árbol cercano de la puerta, ni utiliza esa misma llave para abrir no solo las puertas de su hogar sino de toda cerradura en su vida, tampoco debería utilizar la misma contraseña para todo, olvidarla, o anotarla y dejarla a la vista por ahí.

La tecnología avanza bastante mas rápido de lo que las sociedades pueden digerirla, y eso es un problema. Pero no hay que quedarse cómodos, todo lo contrario. Somos personas inteligentes, adaptables, por lo que solo es cuestión de aprender.

No es necesario que sea en 2 días, pero si tomar cartas en el asunto y no volvernos seres dependientes de algún otro que lo haga. No siempre habrá otro con buenas intenciones para asistirnos en la manipulación de nuestra vida digital.

Las sociedades también son excluyentes con las personas mayores, quienes no son tenidas en cuenta a la hora de desarrollar interfaces para que estan sean amigables, claras y visibles. Por lo que es nuestro deber darles una mano.

Para el resto hay una gran ventaja antes inexistente llamada web. Sé que no es fácil bucear entre tanta información, pero estando atentos, y buscando pacientemente se logran muchas cosas. Como por ejemplo salir del analfabetismo tecnológico.

#reflexiones #tecnología