Reflexiones de un cronopio

Ilustración de un personaje con un sombrero de mago escribiendo y sentado frente a una biblioteca

Indicaciones inútiles

En estos días he vuelto a realizar uno de esos cruces de calles estrambóticos que encaro con más convicción que orientación, que por suerte no son frecuentes. Suele sucederme o bien cuando estoy distraído, cuando la rampa es de esas que están en diagonal, o cuando algún objeto obstruye el paso por el lugar acostumbrado en una esquina, que fue el caso en esta ocasión.

Al darme cuenta tardíamente de que mis supuestos pasos a la vereda de enfrente estaban apuntados justo al medio del cruce de calles, me encuentro con una dama en bicicleta a la que se le desacomodaron las neuronas intentando indicarme para donde ir.

Supongo que no ayudaron el echo de encontrarse con un ciego de 2 metros en el medio de colectivos, automóviles, y su vehículo de 2 ruedas. Por lo que después de indicaciones varias de esas que no sirven para nada, terminó acarreándome a empujones para donde pretendía que vaya. buena intención la chica, pero poca capacidad de orientación verbal.

Eso me hizo reflexionar en cuanto le cuesta a las personas dar indicaciones espaciales concretas sin caer en el indigno para allá, para acá, por ahí, por acá, derechito, cuidado!, vas bien, no!, por ahí no!

Que alivio el encontrar a quien con un simple y directo; a tu derecha tenés el asiento, o delante tuyo hay un desperdicio canino en el que te estás por sumergir, te simplifica las cosas. Porque en realidad es bastante más fácil de lo que pretenden los malabares mentales a los que se enroscan para algo como esto.

Comprendo la comodidad de la indicación física con el dedito, o la confusión clásica del efecto espejo que según la posición no concuerda el derecha o izquierda de quienes están enfrentados. Pero considero un sano ejercicio mental el pensar el como dar indicaciones, y eso va más allá de las personas con discapacidad. Sino las indicaciones varias para orientar a alguien en las calles, en una casa, en lo que sea.

Lo mismo que el arte de la descripción. también es algo que se practica mentalmente y puede resultar de gran utilidad en la vida cotidiana.

He conocido personas con una capacidad innata para describir algo con el punto justo, porque describir no es hacer un choclo verbal de todas las propiedades de algo, sino centrarse en aquello que es relevante. Ahí radica la capacidad de hacer que otra persona, sea ciega, o que simplemente no visualizó lo que se explica comprenda y pueda hacerse una imagen mental del objeto o escena descrita.

A practicar un poco che, así cuando me acomode en el asiento del volante de un automóvil me pueden dar las coordenadas justas y evitamos estrolarnos a 5 metros de la salida.

#historias #reflexiones